viernes, 8 de enero de 2010
{ 8:37 }
Tan solo estaba yo en un oscuro callejón sin salida yo con la mitad de mis extremidades ensangrentada ¿que me pasa? Estaba yo en el suelo junto a una bolsa de plástico negro, solo al mirar a mi alrededor pude captar que en mi mano izquierda tenia un fierro grande y pesado también lleno de sangre al igual que mis brazos, también pude ver que las paredes también tenían sangre, solo pude pensar que hubo una matanza y yo era el responsable.
Salí corriendo rápidamente dejando todo atrás, con una expresión de profanador de tumbas.
No me podía entregar ¿que haría con mi familia? Mi mujer, mi hija tan linda que solo tiene 4 años de vida, y mi gran campeón mi gran acompañante, mi gran hijo de 18 años, no me podía entregar.
Llegue a mi casa en solo un rato, saque las llaves y intente de abrir la puerta de entrada pero mis manos empapadas de sangre y temblorosas no me cooperaban se me cayeron al tapete verde que tenía un grabado que decía “Welcome” con un tono rosa calido, toque el timbre mi bella mujer abrió la puerta asustada me miro a los ojos y me abrazo y me dijo:
-¿Que te paso Patrick? ¿¡De quien es esa sangre!? – dijo con ojos desorbitados.
No podía responder estaba atónito a la situación y solo pude balbucear algunas palabras
- M….Mi linda…. La sangre…N…No es mía- tartamudee.
Mi amada pálida me hizo pasar a la casa.
Pase al baño que se encontraba en el segundo piso me eche una ducha fría sacándome la sangre que llevaba enzima.
Quise hablar con mi mujer cuando ya estaba mas tranquilo pero ella no quería hablar solo quería ir al lugar donde había pasado eso.
Sin hablar en el auto la lleve hacia donde desperté de mi laguna interna, ella se acerco a la bolsa negra y lo que pudo ver adentro la hizo retroceder instantáneamente sus sonrojadas mejillas ahora estaban muy pálidas y su mirada de espanto me hizo estremecer.
Me acerque a mi mujer preocupado por su expresión en su bello rostro pero mi mujer salio corriendo y gritando ¡acecino, acecino!
Mi miedo de que ella me delatara era muy grande, sentí una melodía en mi cabeza una melodía tan tétrica era como si los demonios la tocaran una melodía de violín y yo conocía su nombre era una sinfonía muy compleja era la sinfonía de la muerte…
Después de escuchar tal sinfonía no recuerdo más se puso tan oscuro…
Solo se que tuve otra laguna interna pero envés de despertar en un callejón sin salida desperté en una barbería dejada solitaria mal cuidada sin nadie… y la imagen del callejón… las paredes ensangrentadas eran igual…las paredes de la barbería estaban igual ensangrentada pero… yo... mis brazos no eran los únicos ensangrentados mi cara mi camisa celeste nueva… llena de sangre como si me hubieran atacado… me revise rápidamente mi cuerpo… no tenia nada… nada… En la barbería solo había una ventada rota donde todo la luz entraba y llenaba de luz todo el sector.
Mire bien mí alrededor y pude captar que ya no había una bolsa negra ahora eran dos… mi miedo a descubrir que e echo me hizo retroceder hasta la puerta… me arme de valor y fui asta las bolsas con los ojos cerrados abrir una de las dos bolsas la vacíe sentí algo húmedo en mis zapatos… me guíe con el tacto para encontrar la otra bolsa pero envés de tocar una bolsa suave toque algo mojado con un aroma putrefacto se sentía como… como si hubiera tocado músculo de algún animal… no quise abrir los ojos y con mucha rapidez busque la bolsa… y cuando la encontré la bacía al igual como a la anterior… cuando supe que ya estaba bacía abrí los ojos… lo que vi era una cosa horrible y yo lo hice… lo que vi fue dos cuerpos uno de mi hijo y el otro de mi mujer… su cuerpo sin piel solo sus cabezas separadas de su cuerpo eran reconocible… pude sentir como mi corazón se paraba mi sangre ya no circulaba mas una sensación de frío recorría mi espina dorsal … mi expresión cambio en solo un segundo solo pude salir corriendo… llegue a mi casa saque las llaves pero no pude abrir la puerta busque una piedra para romper el vidrio… entre y mi pequeña hija estaba viendo la tele me miro y me dijo con su dulce voz:
-¿papi donde esta mama?- dijo con sus ojos azules puestos en mi camisa ensangrentada.
-Mami esta comprando algo para comer mañana… si- dije con dificultad.
Sentí esa melodía de violín en mi cabeza nuevamente, arañándome cada pare de mi, pero esta vez no tuve una laguna pude ver todo lo que cometí a mi hija la apuñale la descuartice y la acosté en su cama mi locura me inundaba todo mi cuerpo y solo pude pensar en suicidarme… busque una cuerda y la a te en una biga que había en el techo y coloque mi coloque mi cabeza en la cuerda y con un saltito mi cuello se rompió…
